Cuando entré a Vambe como el primer ingeniero de software, el equipo cabía en la mesa de un comedor. Hoy somos más de 50, abrimos oficina en otro país y estamos construyendo cosas que hace dos años parecían ciencia ficción.

Desde el comienzo, los desafíos no han parado: seguirle el ritmo a los avances en IA (spoiler: no es fácil), escalar el equipo técnico, y lanzar producto tras producto sin perder nuestra esencia ágil y enfocada en el usuario.

Pero lo que más me motiva hoy no es solo la tecnología —es la nueva visión que tenemos como empresa.

En Vambe queremos dejar de ser “una parte” del proceso para convertirnos en el motor de crecimiento completo de nuestros clientes.

No es solo automatizar, es acompañar, potenciar y escalar. Claro, eso viene con nuevos retos: alinear a 50 personas ya no es como armar un grupo de WhatsApp y listo. Mantener el estándar, la agilidad, y sobre todo, asegurarnos de que cada nuevo usuario viva la mejor experiencia con un SaaS que haya tenido.

¿Cómo estamos abordando esto desde el equipo Tech?

Hay varios frentes clave en los que venimos trabajando:

1. Monorepo con cariño: Migramos nuestro frontend a un monorepo donde conviven todas las apps de la suite Vambe, compartiendo paquetes de lógica, UI y llamadas a los distintos microservicios. Esto nos permite movernos rápido sin romper todo en el camino (o intentando que así sea😅).

   
   

2. Squads por producto: Para no perdernos en la escala, armamos squads dedicados a distintos conjuntos de productos. Cada equipo tiene ownership real y foco en lo que construye.

   
   

3. Comunicación, comunicación y más comunicación: Aumentamos las instancias de coordinación con los otros equipos. Porque la agilidad no sirve si no estamos todos remando juntos para construir el futuro de la IA en Latam.

Estamos en una nueva era.
Una donde la IA no es un accesorio, sino un aliado estratégico.
Y en Vambe estamos construyendo esa visión, con todo el corazón (y bastante café).